Ante la inminente llegada del nuevo presidente el próximo mes de diciembre, Petróleos Mexicanos (Pemex) se prepara para vender lo poco que queda de petróleo.
La semana pasada nombró a un nuevo directivo encargado de negocios y ahora intensifica la búsqueda de socios extranjeros. También podría terminar este sexenio con una deuda de hasta 3 mil 500 millones de dólares.
La Empresa productiva del Estado nombró el pasado 22 de junio a Jorge Lomelín Delgadillo como nuevo director corporativo de Alianzas y Nuevos Negocios, un puesto que llevaba vacante desde febrero. Las funciones del directivo en su nuevo cargo son: coadyuvar en la integración, preparación y validación de casos de negocios que generen valor agregado a Pemex, sus empresas productivas subsidiarias y filiales con el objetivo de lograr la rentabilidad en las diversas líneas de negocio.
Pemex esta subastando 37 áreas en tierra y nueve zonas en la Cuenca de Burgos, rica en gas de esquisto (gas natural).
También está modificando las condiciones para la explotación de yacimientos marinos que no consiguió atraer interés hace un año y evaluar el potencial de asociaciones operativas o “farmouts” el próximo año de otras cuatro áreas terrestres y siete bloques exploratorios terrestres, según información de Bloomberg.
No conforme con eso, piensan adquirir una deuda por 3 mil 500 millones de dólares, sin importarles que es una de las petroleras más endeudadas del mundo.
A casi cuatro años de haberse promulgado la Reforma Energética (20 de diciembre de 2013), suman 73 compañías de 20 países las que realizan trabajos para la exploración y extracción de hidrocarburos en territorio nacional, a través de la firma de 107 contratos.
Con información de Sin Embargo